
¿Qué es el Dengue?
El dengue es una patología infecciosa de causa viral considerada una enfermedad tropical, se trasmite por la picadura de la hembra de un mosquito hematófago (que se alimenta de sangre) conocido popularmente como zancudo patas blancas y cuyo nombre científico es Aedes aegypti. Estos mosquitos también transmiten la fiebre chikungunya, la fiebre amarilla y la infección por el virus de Zika.
Es común en áreas cálidas y húmedas del mundo, los brotes pueden ocurrir en épocas de lluvia. La única manera para controlar o prevenir la transmisión del virus del dengue consiste en luchar contra los mosquitos manteniendo el ordenamiento del medio ambiente para evitar que los mosquitos encuentren lugares donde depositar sus huevos, eliminar correctamente los desechos sólidos y los posibles hábitats artificiales, limpiar y vaciar cada semana los recipientes en los que se almacena agua para el uso doméstico, además, aplicar insecticidas adecuados a los depósitos en los que se guarda agua a la intemperie.
El dengue no se transmite de una persona a otra, sin embargo, actualmente no hay vacuna para combatirlo, por otra parte, diagnosticar el dengue puede ser difícil debido a que los signos y síntomas pueden confundirse fácilmente con aquellos de otras enfermedades, como malaria, leptospirosis y fiebre tifoidea.
Existen dos manifestaciones diferentes de la enfermedad que son:
- El dengue clásico que no suele presentar muchas complicaciones, ya que el organismo tiende a recuperarse por completo con los cuidados adecuados.
- El dengue hemorrágico que está causado por los sereotipos Den 1, Den 2, Den 3 y Den 4, cuyo período de incubación es de entre cinco y ocho días. Es una manifestación severa y puede causar la muerte del paciente porque pueden aparecer taquicardias, dolor en los huesos, hemorragias tanto internas como externas, alteración de la presión arterial, insuficiencia circulatoria o deshidratación.
El cuadro clínico inicia de 3 a 7 días después de la picadura y sus manifestaciones cutáneas (MC) representan una frecuencia que va del 20% hasta el 65%, la cual varía de acuerdo a cada país.
Algunos de los síntomas son:
- Fiebre
- Dolor de huesos
- Dolor de cabeza intenso (en la frente)
- Dolor de ojos (que se incrementa al moverlos)
- Erupción en la piel (parecida al sarampión)
- Náuseas
- Vómito
- Insomnio
- Prurito (comezón)
- Falta de apetito
- Dolor abdominal
En casos graves:
- Hemorragia
- Convulsiones a causa de la fiebre
- Deshidratación severa
Tratamiento
No existe un tratamiento específico para el dengue. El médico puede recomendarte que bebas mucho líquido para evitar la deshidratación por vómitos y fiebre alta.
Durante la recuperación del dengue, presta atención a los signos y síntomas de deshidratación. Llama al médico de inmediato si presentas alguno de los siguientes:
- Menor cantidad de orina
- Pocas lágrimas o ausencia total de ellas
- Sequedad de boca o labios
- Letargo o confusión
- Extremidades frías o húmedas
El paracetamol puede aliviar el dolor y bajar la fiebre. Evita los analgésicos que puedan aumentar las complicaciones de sangrado, como la aspirina, el ibuprofeno.
Si tienes un cuadro grave de dengue, es posible que necesites:
- Atención complementaria en un hospital
- Líquidos intravenosos y reemplazo de electrolitos
- Control de la presión arterial
- Transfusión para reemplazar la pérdida de sangre
Según datos de la OMS, el 40% del mundo está en riesgo de contraer dengue. Se estima que se producen entre 50 y 100 millones de casos de dengue al año en el mundo.